miércoles, 29 de agosto de 2018

La elegancia del erizo

Esta ha sido mi última lectura de estas vacaciones. Un libro para leer y saborear despacio, donde cada capítulo es una profunda reflexión acerca de la belleza de las personas, la soledad, la inteligencia, la solidaridad y la condición de clases.
La elegancia del erizo cuenta una historia que emerge de un inmueble burgués de París donde dos de sus habitantes esconden un secreto. Tanto Renée, la portera, como una niña de 12 años, Paloma, descendiente de una familia de burgueses, ocultan una inteligencia extraordinaria. Ambas llevan una vida solitaria mientras se esfuerzan por vencer su hastío existencial. No se adaptan al mundo que les rodea pues les parece demasiado vacuo, se sienten solas e incomprendidas y buscan sus momentos de riqueza en soledad. Pero cuando se conocen, su mundo cambia por completo.
Esta obra es una crítica feroz de la sociedad francesa, pero sobre todo de la “alta” sociedad, inamovible, retrógrada y llena de prejuicios.
El título va referido a una frase de Paloma acerca de Renné y qué bien podría definir la esencia del libro: “La señora Michel tiene la elegancia del erizo: por fuera está cubierta de púas, una verdadera fortaleza, pero intuyo que, por dentro, tiene el mismo refinamiento sencillo de los erizos, que son animalillos falsamente indolentes, tremendamente solitarios y terriblemente elegantes”
Un argumento que nos recuerda -y que pocos ponen en práctica- que para juzgar a las personas, antes hay que conocerlas.

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