martes, 26 de septiembre de 2017

Milena Jesenska, algo más que la amante de Kafka.


Margarete Buber- Neumann recupera en este libro la figura de quien fue amiga y traductora al checo del autor de "La metamorfosis" y de quien se publicaron las memorables "Cartas a Milena".

"Cuando estemos de nuevo en libertad, escribiremos juntas un libro", le propone Milena a Margarete en el campo de concentración de Ravensbrück. Es allí donde la autora conoce a Milena y donde surge, en muy poco tiempo, una gran amistad. Quizá porque el sufrimiento une, y porque se distinguían del resto de las presas al no tener ningún miedo por sus carceleros.

 Buber-Neumann, comunista huida de Alemania que trató de formar parte de la Rusia de Stalin, procedía de un campo de concentración de Kazajistán porque los soviéticos la habían acusado de espionaje contrarrevolucionario. Debido al pacto Hitler-Stalin,  los soviéticos la entregaron a la Gestapo. Cuando se encontró a Milena en Ravensbrück, enseguida le llamó la atención la alegría que emanaba de ella entre todo aquel infierno, y de la confianza que le brindó desde el primer momento. Fue así, en noches intensas de charlas, escondidas de los vigilantes y las presas -que muchas eran peores que los propios nazis- como surgió, no solo una gran amistad, sino el sentido de este libro. "Sé que al menos tú no me olvidarás, que podré seguir viviendo en ti y les dirás a los demás quién fui", le dijo Milena a Margarete en sus últimos días de vida. Pero Margarete, a pesar de haber sobrevivido a dos campos de concentración - pues había sido prisionera de Hitler y Stalin- no se sentía con fuerzas suficientes como para escribir un libro, pero aún así, y por amistad, lo hizo. Y éste es el resultado. Un libro donde van alternándose los episodios del día a día en el campo, con el relato de la vida de Milena. Margarete nos descubre la personalidad, - debo decir que muchas veces ensalzada-, de una mujer que representa la juventud ilustrada checa de la época. Narra sus desavenencias con su padre, la lucha por destacar por sí misma, sus amores de juventud y su interminable carácter, hasta tal punto de abofetear a su ex marido, Ernst Polak, cuando intenta conquistarla de nuevo.

Solo un capítulo está dedicado a la relación que mantenía Milena con Kafka,y es de donde se puede entresacar un poco la extraña y retraída personalidad del escritor, con el que tuvo además algún que otro breve encuentro. Kafka ve un abismo en Milena, y cuando su enfermedad pulmonar se agrava, es cuando decide poner fin a la correspondencia.

Que nadie se llame a engaño si lo que se pretende es encontrar información sobre Kafka o su relación con Milena, pues es un libro enfocado únicamente a descubrir la vida, personalidad y obra de la periodista checa.

Destaca en el libro un artículo que escribió sobre la tierra de nadie que separa Checoslovaquia de la amenazante Alemania nazi, y donde afirma que "un niño jugando podría destruir esa frontera absurda hecha de cordeles atados a los árboles". 

Le debemos todo esto a Margarete, porque por suerte, Milena escogió bien a su amiga, esa que cumplió su promesa.

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