me ha permitido la mentira
y esta soledad tan vacía
de mi misma.
He sido fuego y ceniza, un destello
fugaz en tus ojos
que no han llegado a verme nunca
porque para ver
también es necesario adentrarse y descubrir
aquello que por fuera nunca vemos.
Te abrazo a lo lejos sin querer,
rozando este sueño con las manos
tan vacías del mundo y de mí misma.
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