lunes, 7 de octubre de 2019

Huir

Cuando uno huye de algún lugar, debe volver y superar los miedos que le obligaron a irse si quiere seguir avanzando. Nada paraliza más que el miedo, esas ganas de quedarse quieto y que todo lo malo pase lo antes posible. Nada se parece al ruido de los sueños cuando se rompen, a ese chasquido que suena dentro y que nadie más oye salvo tú. Nada se parece a esta tristeza que te va calando hasta los tuétanos, a mis ganas de irme a ninguna parte y de no estar realmente en ningún sitio. Nada se parece a tí, a ese chica que conocí y de la que no queda ni rastro de ella porque tan solo era una imagen que yo había proyectado y ya no la veo por ningún sitio. Supongo que me he ido perdiendo y cuando eso ocurre uno termina volviendo siempre al lugar dónde comenzó, pero ya nunca vuelve a ser el mismo.

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