viernes, 13 de diciembre de 2019

Somos lo que queda eternamente.

La amenaza de las horas,
el silencio que desgarra,
el vacío irreparable,
la soledad del sabio que aborrece compañía
porque le impide pensar
en los minutos.

Somos y no somos,
una búsqueda interminable de nosotros mismos.

Somos lo que perdimos, lo que olvidamos, 

el recuerdo de una letra
mal aprendida.

Fuego y ceniza.
Locura y cordura.
Luz y sombra eterna.

No vivimos para morir,
somos lo que queda eternamente.










                                                              De mi libro Con los pies en las nubes. (2018)

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